Los recorridos gratuitos al edificio se retoman el 13 de octubre y serán gratis previa inscripción los martes a las 11.00 horas. También hay posibilidad de organizar visitas en grupo en otros horarios dentro de la modalidad de pago

Tras una etapa en la que la Fundación Tres Culturas ha programado actividades al aire libre, justo después del confinamiento y coincidiendo con el periodo estival, esta institución afronta el otoño con un nuevo calendario de propuestas que aúna las actividades on line con otras dentro del edificio, pero intensificando las medidas de seguridad como consecuencia de la COVID-19.

De este modo, ya han regresado tanto las proyecciones de cine como los conciertos al interior de su sede (con reducción de aforo y butacas distanciadas), y el próximo martes día 13 la Fundación da un paso más hacia la ‘normalidad’ retomando dos de sus señas de identidad: las clases de idiomas (árabe y hebreo en nuevos espacios, además de dariya on line) y las visitas guiadas a su sede, el actual Pabellón Hassan II que se construyó como Pabellón de Marruecos para la Exposición Universal de 1992.

De hecho, durante todos estos meses han sido muchas las personas que han contactado con la Fundación para demandar la reactivación de estas visitas, que regresan el próximo 13 de octubre a las 11.00 horas, horario que se repetirá todos los martes laborables para los recorridos gratuitos (en el caso de desear otro horario o una visita para un grupo determinado, incluso en diversos idiomas, se puede solicitar la visita de pago). Las visitas se realizarán previa inscripción en la web de la Fundación ( www.tresculturas.org ) en grupos reducidos, manteniendo la distancia entre los visitantes, que deberán venir provistos de mascarillas o pantallas de seguridad. Además, antes de acceder al edificio, se les tomará la temperatura (no podrán continuar quienes alcancen o superen los 37.5 grados) y tendrán que utilizar el gel hidroalcohólico dispuesto en la entrada.

De esta forma, el público podrá seguir disfrutando de este hermoso edificio, uno de los más laureados de la Expo’92 que sigue conservando su esencia y encanto. Sus delicadas yeserías, los mosaicos que recubren paredes y suelos, la perfección de sus maderas talladas y la propia estructura del edificio, con forma de estrella de ocho puntas, confieren a la sede de la Fundación Tres Culturas un carácter único que nunca deja de sorprender.