Fundación Unicaja ha inaugurado hoy en Antequera su nueva exposición ‘Joaquín Peinado. Dibujos y grabados’, una amplia muestra que reúne 50 obras del artista rondeño. Se trata de un conjunto de retratos, desnudos, paisajes urbanos y naturales o bodegones de uno de los pintores fundamentales de las denominadas “vanguardias históricas” españolas.

El acto de presentación de la muestra ha contado con la presencia del comisario de la exposición y conservador del Museo Unicaja Joaquín Peinado de Ronda, Rafael Valentín López.

La muestra ‘Joaquín Peinado. Dibujos y grabados’ brilla en Antequera con luz propia gracias al diseño expositivo y su cuidada y novedosa puesta en escena. Durante el recorrido se realiza un viaje a través de los orígenes de Joaquín Peinado (Ronda, 1898 – París, 1975) hasta su experimentación con el cubismo y las obras de vanguardia creadas en su largo periplo parisino.

La iniciativa se enmarca dentro de una de las líneas estratégicas prioritarias de la Fundación Unicaja, que tiene por objetivo impulsar y acercar la cultura y las artes plásticas de calidad a la sociedad, organizando y colaborando con distintas muestras en todo su ámbito de actuación.

La exhibición, que gestiona íntegramente la institución y se nutre de obras mayoritariamente expuestas en el Museo Unicaja Joaquín Peinado de Ronda, está compuesta por 50 dibujos, acuarelas y grabados del autor malagueño, y podrá visitarse en el Centro Fundación Unicaja de Antequera, con entrada libre, del 25 de noviembre al 27 de febrero, en horario de lunes a viernes de 17.00 a 20.00 horas.

Un repaso cronológico por la vida y obra de Peinado en esta exposición

Joaquín Ruiz-Peinado Vallejo nació y creció en Ronda, donde tuvo sus primeros contactos con el dibujo y la pintura. Su padre se percató de sus estupendas aptitudes artísticas y decidió que pasara su etapa de formación académica en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de la Real

Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Allí coincidió, entre otros, con Salvador Dalí, y en sus aulas vio, por primera vez, la obra de Pablo Picasso. Ese fue un hecho crucial que cambió su vida. El joven Peinado adoptó desde entonces un estilo propio, que a la postre ha permitido a los expertos hablar de Peinado como el “hijo espiritual” del propio Picasso o como el “heredero espiritual” de Paul Cézanne.

En noviembre de 1923, el rondeño emigró a París y allí pudo impregnarse de todos los movimientos de vanguardia. Su trabajo, eso sí, estuvo ajeno al naturalismo y alejado de modas y modismos, siendo fiel a las reducciones formales y perspectívicas de Cézanne y al cubismo de Picasso, derivando en un neocubismo que fue calificado como un nuevo academicismo dentro de las vanguardias.

La muestra que se exhibe en Antequera mantiene un orden cronológico durante todo el recorrido expositivo, que comienza con ‘Niña dormida’, una obra de 1931, la misma fecha que ‘Flamenca’, también trazada con lápiz de grafito. Con ‘Niña’ prosigue una primera parte de la muestra que avanza después hasta 1940, cuando Joaquín Peinado pintó ‘Desnudo con paloma’, una acuarela y gouache.

Del cubismo a la tradición

Su obra cubista y picassiana encontró especial relación con la tradición clásica de la pintura española. Prueba de ello es la singular y personal elección del bodegón como tema predilecto sobre el que muestra una visión de su pintura íntima, modesta y espiritual. ‘Bodegón’ (1947), ‘Bodegón con óleo y cacharros’ (1950) o ‘Bodegón’ (1952-53), en acuarela y gouache, representan buenos ejemplos que se exhiben en Antequera.

Su pintura, plenamente madura a partir de 1950, no fue ajena al devenir general de las grandes tendencias. Peinado asentó en ellas sus bases, con un alto grado de figuratividad, sin olvidar las cálidas sensualidades que manan del color por muy fría que fuera su geometría. ‘Paisaje urbano’ (1952), ‘Árboles’ (1958) o ‘Paisaje’ (1958), pintada con tinta aguada, prosiguen la exposición para el visitante, que se encuentra después con un artista que continúa su evolución.

Ahora, en ‘Joaquín Peinado. Dibujos y grabados’ destacan creaciones de líneas muy poderosas, cargadas de sobriedad y expresividad, donde el dibujo siempre es mostrado como el esqueleto real de sus creaciones. ‘La rama de laurel’ (1962), ‘Botella y repisas’ (1965), ‘Bodegón de cartabón I’ y ‘Bodegón de cartabón II’ (1965) o ‘Chimenea’ (1967) explican al visitante este andamiaje pictórico.

La muestra se cierra con una serie de dibujos en los que el autor pone en práctica diferentes lenguajes basados en su diversidad técnica y temática. Se ponen de

manifesto construcciones cubistas, naturalezas muertas que rozan la abstracción o diseños experimentales marcados por el uso del color sobre entramados lineales.

Fundación Unicaja pretende con esta muestra monográfica sobre Joaquín Peinado en el Centro Fundación Unicaja de Antequera seguir ahondando en el conocimiento del artista rondeño: un genial dibujante que basó el elegante aspecto de su obra en la búsqueda de un equilibrio plástico entre forma y color.

Buen ejemplo de su propuesta son estas 50 obras, en forma de bodegones, retratos, figuras, desnudos, animales, paisajes o marinas. Obras procedentes mayoritariamente de la colección del Museo Unicaja Joaquín Peinado de Ronda, elaboradas a carboncillo, puntaseca, aguafuerte, plumilla, tinta china, ceras, acuarela o gouaches.

No son las únicas exposiciones, ésta de Antequera y la permanente en Ronda, que organiza la Fundación Unicaja sobre Peinado. Su gran relación con Picasso puede explorarse a fondo en la muestra ‘Pablo Picasso y Joaquín Peinado. Encuentro en las vanguardias’, que la propia institución expone con éxito en el Centro Fundación Unicaja de Sevilla hasta el próximo 26 de enero de 2020.

La exhibición está compuesta por 81 obras -36 de Picasso y 45 de Peinado- que abarcan las más diversas técnicas, formatos y temáticas, y está abierta al público en horario de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 horas, y de 16.00 a 20.00 horas; y los sábados, domingos y festivos, de 9.00 a 14.00 horas.