Las importantes transformaciones sociales de los últimos tiempos, en las que jugaron un papel relevante las reivindicaciones feministas de la segunda mitad del siglo pasado, han propiciado cambios significativos a nivel socio-cultural, especialmente en lo que concierne a la autonomía e igualdad de oportunidades de las mujeres.

La violencia machista hacia las mujeres y las niñas es la más nefasta y frecuente manifestación de las desigualdades entre hombres y mujeres, antigua y universal, ha sido atávicamente invisibilizada y mantenida en base a los mitos y falsas creencias de género.

Hoy día, se reconoce que la violencia machista es un ataque a los derechos fundamentales de las personas como pueden ser la salud, la libertad, la no discriminación, y desgraciadamente en muchas ocasiones, la vida de mujeres y niños/as.

Los y las profesionales de la Psicología, comprometidos con la salud integral y el bienestar de las personas, no podemos permanecer al margen de las terribles consecuencias que se derivan de la violencia machista, máxime cuando son las propias instituciones las que reconocen la necesidad de la intervención psicológica como parte de la atención prevista a las víctimas (Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género). Sensibilizar y prevenir, detectar precozmente o paliar las consecuencias derivadas del maltrato en base al género, son objetivos que la psicología se plantea en esta lucha por erradicar la violencia machista. Sin olvidar la importante labor de avanzar en paralelo en el estudio y análisis de un fenómeno tan complejo a fin de comprenderlo más a fondo para poder aportar herramientas que contribuyan a su erradicación.

Pero ¿están realmente capacitados/as los y las profesionales de la Psicología para abordar esta problemática desde una perspectiva de Género? ¿Cuentan con la necesaria formación para comprender en profundidad el complejo fenómeno de este tipo de violencia? ¿Disponen de herramientas prácticas para intervenir de forma integral desde los diferentes ámbitos de actuación? ¿Tienen acceso a los múltiples recursos (materiales, protocolos, guías, etc.) que se han elaborado en los últimos tiempos de forma práctica, sistematizada y operativa?

Conscientes de esta necesidad y motivadas por la notable valoración realizada por el alumnado de la formación que el propio COP-AO ha venido desarrollando durante los años 2013 y 2016, nos planteamos continuar avanzando en la línea formativa ya iniciada, incorporando y/o modificando aquellos aspectos que, derivados de las experiencias formativas previas, se han considerado oportunos. Por tanto, con este curso de formación especializada, se pretende dar respuesta, entre otras cosas, a estas necesidades formativas en general y a la demanda de profundizar y avanzar en la mejora de la intervención en particular.