Los trabajos de restauración del Diadunemo de Policleto (versión del Museo del Prado), el Sátiro o Fauno Giustiniani y la Venus Itálica de Canova, las tres esculturas de gran tamaño que forman parte de la colección de Escayolas de la Escuela de Arte San Telmo, han finalizado.

Esta restauración, que ha durado tres meses, ha sido financiada íntegramente por Fundación Málaga, que se hizo eco del valor patrimonial que la colección representa para la ciudad, ya que se trata de una de las más grandes e importantes de Andalucía. Todas las piezas proceden del taller de vaciados de la Real Academia de San Fernando de Madrid. Desde su inauguración en 1851 y hasta finales del siglo XIX, la antigua Escuela de Bellas Artes de San Telmo (hoy Escuela de Arte San Telmo) fue adquiriendo esta importante colección de escayolas para uso académico, algo que se ha mantenido desde entonces y hasta la actualidad.

Tras dos meses de restauración en el taller del centro, el pasado mes de septiembre, piezas y restauradores se trasladaron a la sala de exposiciones de la Escuela, convirtiéndola en un Taller Abierto de Restauración. Durante todo el mes, tanto el alumnado de San Telmo como numeroso público, han visitado este espacio, pudiendo interactuar con los restauradores, además de contemplar en vivo el delicado proceso.

Los encargados de tan minucioso trabajo han sido Carlos Martínez Donoso y Ana Jáuregui López que destacan, entre las principales actuaciones llevadas a cabo, las limpiezas mecánicas y químicas de suciedad superficial y polución, eliminación de intervenciones anteriores (múltiples capas de repintes de pintura plástica, añadidos de escayola, restos de adhesivos…), estabilización y consolidación estructural, así como la protección de los elementos metálicos. Además, han señalado que el proceso de intervención ha ido arrojando más información y datos acerca de su historia material.

Durante la fase final de intervención y limpieza, han aparecido restos de etiqueta en la escultura del Diadúmeno, con una numeración manuscrita y que posiblemente formaría parte del sistema de catalogación e inventariado del propio patrimonio de la Escuela. Una vez intervenido este documento se volverá adherir en su posición original. Esta información es muy valiosa desde el punto de vista histórico para poder cotejar en inventarios su trazabilidad.

Una vez finalizada la restauración, las tres piezas se han colocado en una tarima de casi 4 metros de largo, especialmente fabricada para ellas, situada en una de las paredes de entrada de Escuela de Arte, a modo de exposición permanente, y que las diferencia del resto de las escayolas de la escuela, situadas en el propio hall y en los pasillos y aulas del centro.

Esta restauración forma parte un proyecto de recuperación y puesta en valor de su patrimonio histórico artístico, “La belleza rescatada”, de cara a la celebración de su 175 aniversario, que será en 2026. Dentro de este proyecto está la restauración de su colección de vaciados.