El proyecto Europeo UNCHAINED contra la trata de seres humanos en el que participa la Fundación Euroárabe, concluyo el viernes pasado la formación impartida en las ciudades de Padua (2 y 3 de febrero)  y de Venecia (9 y 10 de febrero). El objetivo de este proyecto es luchar contra la trata mediante un enfoque del seguimiento del dinero ya que estos delitos, altamente lucrativos, son difíciles de cometer sin dejar una huella económica.

Estos cursos de UNCHAINED se presentan como una formación de formadores, que pretende mejorar la capacidad de las autoridades públicas, fuerzas de seguridad y empresas privadas para identificar estas actividades sospechosas y lograr una estrecha cooperación entre estos actores.

Para alcanzar este objetivo, se ha llevado a cabo esta formación práctica impartida a profesionales procedentes de los países que participan en este proyecto: Alemania, España, Grecia, Italia y Moldavia.

Durante los cursos se ha explicado cómo investigar los delitos de trata mediante el uso de los sistemas FALKOR y OSINT (Open-Source Intelligence) y la plataforma FAST. También se han analizado conceptos legales e indicadores para saber identificar y abordar estos crímenes. Los módulos han sido impartidos por profesorado de universidad, fiscalía, fuerzas de seguridad y direcciones de empresas tecnológicas.

UNCHAINED tiene entre sus fines mejorar la capacidad de personas expertas e investigadoras que operan dentro de las unidades de investigación contra la trata de personas, la delincuencia organizada y financiera, para utilizar consultas financieras y análisis de macro datos en casos sospechosos de TSH. Financiado por el Fondo Interior de Seguridad de la Dirección General de Interior de la Comisión Europea,  está gestionado por un consorcio compuesto por la Fiscalía de Padua-Ministerio de Justicia (Italia), líder del consorcio,  al que acompañan la Fundación Euroárabe (España), AGENFOR International Foundation (Italia), Escuela de Administración Pública de Bremen (Alemania) The Center for Security Studies-KEMEA (Grecia) y la Inspección General de Policía de Moldavia.