El curso escolar 2024-2025 cierra con un broche verde en Fernán Núñez gracias al proyecto “Huertos Escolares para un Futuro Sostenible”, una iniciativa pionera promovida por el Área de Medioambiente del Ayuntamiento de Fernán Núñez, con el acompañamiento técnico y pedagógico de la Fundación Somos Naturaleza y el valioso apoyo de la Asociación Bioterra Andalucía como entidad de enlace con los centros educativos del municipio.

El programa, desarrollado desde septiembre de 2024 en los CEIP Fernando Miranda y CEIP Álvaro Cecilia, ha transformado los huertos escolares en auténticas aulas vivas al aire libre. En total, se han puesto en marcha cinco espacios de cultivo: dos de ellos ya existentes, que han sido rediseñados para mejorar su funcionalidad y facilitar el trabajo con grupos completos, y otros tres de nueva creación, adaptados a las condiciones de cada centro y equipados con materiales reutilizados y soluciones ecológicas. Estos espacios han permitido integrar el aprendizaje práctico y el contacto con la naturaleza en la rutina escolar.

Más de 760 niños y niñas de entre 3 y 12 años han participado en sesiones prácticas adaptadas a su nivel, descubriendo el ciclo de vida de las plantas, la biodiversidad del huerto, el valor del trabajo en equipo y la importancia de una alimentación saludable, local y sostenible. A través de dinámicas participativas, siembras, trasplantes, juegos y observaciones con lupa, han cultivado hortalizas como guisantes, lechugas, remolachas, rábanos, habas, fresas, ajos, patatas, espinacas, zanahorias, puerros, cebolla o distintas variedades de col como la romanescu, al tiempo que cultivaban también valores como la cooperación, el respeto por la naturaleza y la conciencia alimentaria. Además, muchos niños y niñas han tenido la oportunidad de probar por primera vez algunos de estos productos, descubriendo nuevos sabores a través de la propia cosecha y la degustación colectiva en el aula, favoreciendo así una mayor apertura hacia una alimentación variada, saludable y de proximidad.

Desde el Ayuntamiento de Fernán Núñez se ha subrayado la importancia de esta iniciativa como parte de una estrategia local de sostenibilidad.

“Este proyecto demuestra que los huertos escolares no son solo espacios de cultivo, sino auténticos motores de transformación educativa y social”, afirma María Luisa López Miranda, responsable de la Concejalía de Medioambiente del Ayuntamiento de Fernán Núñez.

La Fundación Somos Naturaleza, entidad coordinadora del programa, ha garantizado un acompañamiento continuado durante todo el curso, con un total de 56 jornadas de trabajo y más de 189 sesiones educativas presenciales desarrolladas entre ambos centros. Gracias a un sistema rotativo, el alumnado ha podido participar periódicamente en las actividades, adaptadas a cada grupo y nivel educativo. Además, se ha diseñado material didáctico, herramientas de planificación como calendarios bimestrales para el profesorado y propuestas que han hecho posible el aprendizaje vivencial incluso durante los meses de frío o lluvia.

“Queremos que los huertos no solo den frutos, sino que sirvan como herramienta educativa para aprender de forma vivencial los contenidos del currículo escolar”, destaca Elena Mancera, técnica de medioambiente y educación de la Fundación Somos Naturaleza y responsable del proyecto en el municipio.

Por su parte, la Asociación Bioterra Andalucía ha sido clave como entidad conocedora del contexto educativo y social del municipio, facilitando la conexión entre centros, Ayuntamiento y equipo educativo, lo que ha permitido una implementación eficaz y sensible a la realidad de cada escuela.

El profesorado y los equipos directivos de ambos centros han mostrado una valiosa disposición y colaboración para facilitar la implementación del proyecto dentro de la rutina escolar, permitiendo la asistencia de los grupos a las sesiones programadas en horario lectivo y favoreciendo la integración progresiva de los huertos como recurso educativo complementario.

Entre los logros del proyecto se destacan la implicación creciente del alumnado, la experimentación con nuevas variedades hortícolas, el trabajo cooperativo por equipos mixtos, y el contacto directo con procesos naturales como la metamorfosis de mariposas, que los grupos pudieron observar de manera vivencial.

La experiencia ha demostrado que los huertos escolares son espacios fértiles no solo para sembrar alimentos, sino también para cultivar una ciudadanía más consciente, comprometida y conectada con la naturaleza.