Dentro de su ciclo “Cuarto Poder. Una visión global”, programado junto al festival Granada Noir.

Dirigida en 1999 por el cineasta Juan José Campanella, la película cuenta la historia de un escritor interpretado por Ricardo Darín, gran promesa de las letras argentinas que se gana la vida escribiendo cuentos románticos para una revista de actualidad en la Argentina de los años 80.

Una actualidad que, fuera de los márgenes de la literatura romántica, estaba marcada por el final de la dictadura del gobierno militar, la guerra de las Malvinas, la crisis económica y la llegada de la democracia.

El escritor conoce a una camarera interpretada por Soledad Villamil y ambos inician una relación. Al principio todo va bien, pero las cosas no tardan en torcerse. De fondo, una exigencia: que el escritor dedique su arte y su talento a escribir literatura de verdad, comprometida y apegada a la realidad, en vez de dedicarse a la narrativa de evasión…

“El mismo amor, la misma lluvia” es una excelente muestra del mejor cine argentino, basado en un poderoso guion, portentosas interpretaciones y en diálogos repletos de ironía, sarcasmo y crítica social. Una tragicomedia sobre el sentido de la escritura y del arte en general, las relaciones de pareja y la influencia del entorno político y social en todo ello.

Una perspectiva diferente y original sobre una modalidad de periodismo, el literario, sobre cuyo papel también es necesario reflexionar.

El ciclo “Cuarto poder. Una visión global”

El ciclo de AulaCine CajaGranada para el último trimestre del año es “El cuarto poder. Una visión global”, con el periodismo de investigación como eje central de una selección de 10 películas realizada en colaboración del festival Granada Noir.

El periodismo de investigación es el tema central de “El cuarto poder. Una visión global”, un ciclo con el que se persigue tener una perspectiva lo más amplia posible de cómo el cine ha tratado la figura del periodista en países diferentes como Estados Unidos, Alemania, Argentina, Perú o Irlanda. Un ciclo que llega en un momento muy importante para reivindicar la importancia del periodismo de calidad, realizado por buenos profesionales, como elemento vertebrador de la democracia.