El desarrollo de la Operación Kilo especial para alimentos infantiles, realizada gracias al apoyo de MERCADONA que la autorizó en 16 de sus tiendas,  ha marcado un hito en las restricciones solidarias que la pandemia ha proyectado en el Banco de Alimentos.
Muchas eran las trabas que se presentaban en orden a la seguridad y al cumplimiento de la normativa establecida, que limita la acción del voluntariado a la hora de invitar a los clientes a depositar un kilo de su compra habitual en el carrito del Banco de Alimentos; muchas la limitaciones del voluntariado mayor a permanecer varias horas a pie de caja para cursar la invitación a colaborar; muchas la limitaciones para poder explicar a las personas que una de las tres fuentes de aprovisionamiento de los Bancos de Alimentos, estas operaciones kilo, están paralizadas por la pandemia y suponen una merma notable de los alimentos disponibles para atender a las personas necesitadas que por cierto han aumentado considerablemente.
Pero al final, según las primeras estimaciones serán unos 45.000 kilos los recogidos en este fin de semana. Y cómo no podía faltar el ingenio patrio: a un voluntario se le ocurrió ofrecer a sus contactos aportaciones monetarias a través de BIZUM a través de los móviles,  aportaciones que inmediatamente eran transformadas en compras  en la misma tienda y depositadas en las bañeras dispuestas. En tiempos de mudanza,  el ingenio y la solidaridad triunfan en favor de los necesitados.