El aumento de la esperanza de vida, el descenso de la natalidad y las nuevas pautas de relaciones intergeneracionales han desembocado en un progresivo envejecimiento de la población en la sociedad actual. Este panorama demográfico plantea varias cuestiones: la sostenibilidad del sistema de pensiones, el surgimiento de las personas cuidadoras como clase social, las actitudes médicas y sociales ante el final de la vida, el envejecimiento activo, el estereotipado de las personas mayores y del proceso de envejecimiento y la mayor prevalencia de enfermedades asociadas a una mayor longevidad.

Para dar una respuesta crítica y coordinada a estas cuestiones clave que suponen un desafío para la sociedad actual, el Centro de Estudios Andaluces, en colaboración con el Departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide, organiza las Jornadas ‘¿Podemos envejecer mejor en Andalucía? Desafíos e inequidades en salud’.

Los días 5 y 6 de junio la Fundación Cajasol acogerá dichas jornadas, en la que se reunirán destacados investigadores y expertos en materia de Salud, tanto del ámbito público como privado, entre ellos, el médico y ex ministro de Sanidad Bernat Soria, que desarrolla actualmente su actividad en el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer); la epidemióloga y profesora honoraria de la Escuela Nacional de Salud (Instituto de Salud Carlos III de Madrid), María Victoria Zunzunegui; y la profesora de Sociología de la UNED y experta en los desafíos políticos y sociales derivados del envejecimiento de la población, en particular, la reforma de los sistemas de pensiones, Elisa Chuliá.

Estas jornadas se articulan como parte del proyecto de investigación titulado ‘¿Por qué vivimos menos años y con peor salud en Andalucía?’, beneficiario de la última Convocatoria de Proyectos del Centro de Estudios Andaluces y dirigido por el profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Manuel García González. Esta investigación pone de manifiesto el progresivo envejecimiento de la población andaluza: el porcentaje de población mayor de 65 años ha pasado de 9,2% en 1975 a 16,4% en 2016, con previsiones del 24,3% en 2031. De hecho, en Andalucía la esperanza de vida ha alcanzado los 81 años, el doble que a principios del siglo XX, mientras que la fecundidad se encuentra en cotas mínimas con una media de 1,4 hijos por mujer y una edad media al primer hijo de 31,4 años.

Sin embargo, los andaluces presentan notables diferencias con respecto al conjunto de España en cada uno de las dimensiones analizadas: se registran peores niveles de morbilidad y estado de salud tanto entre las personas jóvenes como mayores; mayor mortalidad a todas las edades; y menor esperanza de vida al nacimiento, casi año y medio menos. Su conjunción conlleva, asimismo, diferencias entre generaciones y distintas formas de envejecer.

A la luz de estos datos, el objetivo de estas jornadas, organizadas mediante conferencias especializadas y mesas redondas, es ofrecer una panorámica del estado de salud de la población andaluza y española desde una doble premisa: por un lado, asumiendo que estamos ante el mayor símbolo del progreso humano en toda su historia, fruto de las sinergias entre mejoras sociales, médicas y políticas; y por otro, de que se trata de un proceso inevitable, con muchos matices, y ante el que tenemos que prepararnos como personas y como sociedades para ser capaces de superarlo con solvencia.