Fundación Unicaja renueva un año más su apoyo a la Casa Ronald McDonald de Málaga con su proyecto de atención a colectivos con necesidades especiales y familias desplazadas en situación de vulnerabilidad y exclusión social, apadrinando una de las habitaciones de sus instalaciones.

El acuerdo ha sido ratificado por Ana Cabrera, responsable de Solidaridad Social de la Fundación Unicaja, y José Antonio García, director de la Fundación Infantil Ronald McDonald España de la Casa Ronald McDonald.

Esta iniciativa entronca con el interés y el compromiso de la Fundación Unicaja con la asistencia de los más necesitados y más concretamente con la ayuda a los menores. Por ello, la institución colabora en diferentes proyectos que tienen como objetivo conformar una sociedad integradora, en la que todas las personas tengan las mismas oportunidades.

La Casa Ronald McDonald se encuentra ubicada en las inmediaciones de los hospitales Civil y Materno Infantil de Málaga, lo que hace de ella un emplazamiento muy adecuado para niños que reciben tratamiento. En total dispone de 14 habitaciones, en las que se pueden acomodar de tres a cuatro personas. En concreto, la Fundación Unicaja ha apadrinado la habitación Camello.

Además del alojamiento, en estas instalaciones las familias disponen de una atención personalizada que incluye facilitar el acceso a los recursos disponibles como son administrativos, sanitarios y escolares, entre otros.

Asimismo, se realizan actividades y talleres para los niños y jóvenes, con grupos de voluntarios, para fomentar la convivencia entre éstos y los padres, y así poder dejar la enfermedad a un segundo plano durante estas acciones.

Más de un centenar de familias atendidas en un año

La Casa Ronald McDonald abrió sus puertas en Málaga en el año 2012 con tres objetivos principales. Por un lado, reducir la preocupación de las familias por cuestiones financieras, a través de la cobertura económica de la estancia de las mismas mientras dure el tratamiento. Por otro, disminuir el estado de ansiedad y aislamiento de sus residentes, gracias a la relación que se crea entre todos los alojados en las diferentes habitaciones, y por último, cubrir las necesidades sociales básicas de las familias atendidas, poniendo a su disposición una vivienda.

Durante 2017 fueron atendidas un total de 114 familias, de las cuales el 39% procedían de Andalucía. Todas las peticiones de alojamiento vienen derivadas de las unidades de Trabajo Social de los hospitales tras realizar un diagnóstico que contempla la situación social y económica, con el fin de determinar si se encuentran en riesgo de exclusión o vulnerabilidad. Por ello, el 45% de sus inquilinos han sido personas en condiciones socioeconómicas desfavorables y no pueden asumir los gastos extraordinarios derivados de una larga enfermedad.